Metido en este agujero

fusil en mano cae la noche,

Quizás mañana un nuevo sol me iluminara,

casi prefiero que nunca salga

y que no me ahogue,

los cadáveres que en mí trinchera

huelen cada vez más.

 

Nunca estuve listo

ni preparado para el combate,

muerto de miedo espero oír alguna señal

que me demuestre que sigo

siendo el mismo cobarde,

que en las llanuras

salió corriendo sin mirar atrás.

 

Otra vez lo negro

de repente un estallido

algo cae bajo ese árbol

ya no hay ruido

 

Otra vez luchando

en el campo del olvido

tu hermano contra el hombre

que contigo ha combatido

 

Pasó la noche vuelve

la calma a mi agujero,

me levanto y miro sin querer mirar,

carne caduca cubriendo la hierba

a ras del suelo.

carroña humana que retirar.

 

Cierro los ojos

dejo mi arma y mi sombrero,

una figura que yace cerca se oye hablar,

me acerco lento,

me arrastro y pienso en anhelo

de equivocarme

y de fingir que no es real.

 

Otra vez lo negro

de repente un estallido

algo hay bajo ese árbol

con mi bala lo derribo.

 

Y pegado allí a su pecho

en el campo del olvido

intento que buitres negros

no se lleven a mi amigo.

 

Hoy he vuelto a la llanura

para buscar el asilo

de la noche y las estrellas

de la hierba mi cobijo.

 

Y he mirado a cielo abierto

con las nubes como abrigo

suplicando al viento norte

que regresaras conmigo.

 

Y he mirado a cielo abierto,

Entonando aquel suspiro,

que arrullaste bajo el árbol,

para quedarte dormido.

 

Ya no miro a cielo abierto,

ya no oigo mi latido,

se van cerrando mis ojos,

para siempre estoy dormido

 

En un suspiro……

Para siempre estoy dormido.

 

Letra y Música  Juan Pedro Alarcón Nicolás.